Saturday, March 3, 2012

El Inca, hombre primero. Análisis de Orestes Marrero


Este elogio a Garcilaso, como vemos, en forma de un discurso ofrecido en 1916 por el historiador y político José de la Riva-Agüero en homenaje al tercer centenario del fallecimiento del gran escritor peruano, comienza con una nota introductoria: un paratexto que ya de por sí nos aporta información para un análisis. De igual manera como ha ocurrido durante siglos con la Historia, este discurso fue revisitado en múltiples ocasiones: suprimiéndose, enmendándose, aumentándose su contenido por el autor con los años. Es también visible en esta nota introductoria —y como Enrique nos mencionó en clases— a la prensa como la gran fomentadora de efemérides, pues estas mismas letras se desempolvaron trece años después y salieron a la luz en conmemoración del IV centenario del nacimiento de Garcilaso. Por otra parte, debemos tener en cuenta que estas palabras de Riva-Agüero han sido usadas, por sí mismas, como el paratexto (prólogo) al menos a una de las ediciones de la obra cumbre de Garcilaso: Los comentarios reales.

Las intenciones de Riva-Agüero de engrandecer la figura del Inca queda manifiesta desde el inicio: lo llama el más grande y clásico de los escritores peruanos, y hace acto seguido una alusión a su muerte coincidiendo con las de Cervantes y Shakespeare. El siguiente paso para reivindicar su figura adquiere el "tono" de las genealogías que ya hemos visto en obras del inicio colonial como el Popol Vuh o La nueva corónica, de Huamán Poma (¿es la historia latinoamericana circular?) Para defender la importancia del linaje de Garcilaso, el autor comienza por puntualizar que, contrario a lo que la envidia y la ignorancia propugnaron, no "todos los conquistadores del Perú fueron gentes de baja extracción" (6) y más tarde: "Atraídos por las mágicas noticias y las inverosímiles riquezas del botín, fueron viniendo sucesivamente segundones de los linajes más claros; y entre éstos hay que contar al capitán Garci Lasso de la Vega, el padre de nuestro autor." Es realmente interesante el hecho de que cuando se habla de los ascendientes del Inca, todo el peso de la nobleza de su sangre se incline hacia la parte paterna, haciendo un recuento de las peluzas y contrapeluzas de su prosapia europea. Leemos, en cambio, cosas como éstas de su madre: "pobre niña”(9), “mera sobrina de Huayna Cápac”, “vástago de una rama menor” (¿menor que la de Garcilaso?) Este uso casi despectivo de las referencias de su herencia de la rama autóctona del Perú me llamó la atención. Quizás haya ocurrido de modo inconsciente y no premeditado, pero se hace palpable una tendencia eurocentrista de R. A., que sigue manifestándose durante el resto del documento. Por ejemplo, mientras las narraciones religiosas de sus antepasados incaicos las recibe contadas por "dos viejos casi decrépitos" (10); su ayo —quien se encarga de su educación cristiana— es un "castellano hidalgo muy devoto y ejemplar" (11). El ejército de Manco es responsable de quemar el "primitivo caserío" del Cusco y sólo respetarle algunas edificaciones, los conquistadores son en cambio los edificadores, con gran uso de la decoración. Por otra parte los españoles parecen guerrear sólo entre sí, existir sólo ellos, y por momentos uno tiene la sensación de que lo único importante del Perú es que fue la zona geográfica donde se dieron esos hechos.

Como vimos en los planteamientos de Hayden White, la capacidad narrativa arma muy bien a un historiador, y las siguientes páginas de este texto tiene un poder de sugestión excelente: tienen sabor a gran novela. Parece que estamos allí, viendo ante nuestros propios ojos la insubordinación de Pizarro y la cruenta y barbárica guerra civil, llena de peripecias y contratiempo para un niño de sólo seis años; donde descubrimos otros importantes personajes históricos, como el interesante Francisco Carbajal —el demonio de los Andes— y a Hernández Girón. Los rejuegos y alianzas políticas, el poco respeto a la vida (estar vivo en ese tiempo parece más un accidente que un proceso natural) es lo que en fin de cuentas amolda la infancia del futuro gran escritor y hombre de espada que fue el Inca. Se crió Garcilaso entre los Pizarros y otros cabecillas militares del tiempo, pero también tuvo acceso y la gran suerte de contar con su tío abuelo, el Inca Cusi Huallpa, quien "satisfizo su filial curiosidad narrándole, con acento tembloroso de emoción, a manera de una revelación sagrada, la suave y radiosa leyenda de Manco Cápac y su mujer, hijos del Sol, civilizadores del mundo peruano y fundadores del Cusco" (96); quien también le legara una reconocida frase a Garcilaso, refiriéndose a la nobleza incaica: "trocósenos el reinar en vasallaje." Sin este contacto ancestral incaico, Garcilaso no hubiera podido ser, ni como persona ni como escritor, un hombre completo.

Cuando su padre muere, se nos muestra el proceso del Inca de tratar de reivindicar su nombre y salvar la herencia familiar, para lo cual hace un peregrinar que concluye en España, con la esperanza de resolver su conflicto en la Corte de Madrid. En ese trayecto según Riva-Agüero, y entre otras cosas, Garcilaso "se espantó de la barbarie de los indios de Pasau, que los Incas no tuvieron tiempo de civilizar" (29), fragmento que recuerda el propio tono de Los comentarios, donde es palpable una exaltación tanto a la civilización europea como a la incaica en comparación a otras sociedades precolombinas, cometiendo así la misma falta de juicio que los españoles cometieron contra los Incas. En este proceso legal, donde Garcilaso intenta demostrar que su padre no era un aliado de Pizarro, se presenta por la parte oponente un documento sacado del "Archivo": una crónica de Diego Fernández el Palentino, donde se narra que su padre había ayudado a escapar a Pizarro en una batalla cediéndole su caballo. "Garcilaso intentó contradecir, alegando que fue acto de amigo y no de partidario, y que su padre lo hizo cuando ya había cesado el combate; pero el consejero le replicó desabridamente, imponiéndole silencio y desahuciándolo en sus pretensiones." (31) De tal forma, lo que estaba escrito en la narración de los cronistas oficiales, era lo cierto, era la Historia, y uno que otro mestizo no tenía las mejores probabilidades de rebatirlo. "De aquí le nació a nuestro [escribe Riva-Agüero] autor la ojeriza contra la Historia del Palentino, que le había defraudado los ansiados premios, y a cuya detenida refutación dedicó él más tarde tan gran parte del segundo tomo de sus Comentarios."

Muchos otros eventos importantes en la vida y obra de Garcilaso: el primer peruano en grandes cosas (y el "símbolo del alma" del Perú ) (6) se exponen en este discurso, como su exitosa vida en el ejercicio militar en la península Ibérica; su retiro de la misma y el encuentro de consuelo en la sosegada vida eclesiástica; el proceso de acumulación de los datos obtenidos de su tierra natal y que más tarde le serviría para sus "glosas" y "correcciones" de la historia peruana con Los comentarios; la excelente traducción de las obras de León Hebreo; la elaboración con un lenguaje limpio y poético al buen estilo de Homero, de la epopeya de La Florida, que narra la desastrosa expedición de Hernando de Soto hacia esa tierra; la aparente inauguración del género literario de los recuerdos infantiles; su narración histórica del viejo Perú con un apego y sentimiento nunca superado —sin caer en la difamación fácil o el favoritismo— como nos expresa Riva-Agüero: "Es de admirar que . . . acertara Garcilaso en su historia a mostrar imparcialidad y casi piedad a la causa de Gonzalo Pizarro." (14)

Puede sentirse también en este discurso una verdadera preocupación acerca de lo que los críticos e historiadores españoles, sobre todo Menéndez Pelayo, piensen o dejen de pensar de Garcilaso (su obra, la del Inca, es la "voz" verdadera que habla por sí misma), como si aún el juicio catedrático europeo sea el definitorio, el concluyente: el único con acceso —como en el caso de El Palentino— a la acuñación escrita e inamovible de la verdad, lo que se "incluye" o no en el Archivo... Pero ya este texto de Riva-Agüero, según mi opinión, parece también historia antigua. Mucho ha cambiado en América desde entonces. La historia ahora se teje de igual con naturalidad y buena carga de imaginación y aporte popular, por y desde los americanos, y es tan válida (o no válida) como cualquier otra. Si Riva-Agüero se sintió realizado al ver cómo Menéndez Pelayo cambiaba de opinión, como si eso fuera un grandísimo logro, es de cierta forma un signo de que aún el continente —y sus intelectuales— no estaba listo para tomar manejo y responsabilidad de sus propios criterios, de su historia.

Para concluir, y por si no lo he puntualizado lo suficiente, el Inca Garcilaso era sin discusión un "señorazo" de escritor.

13 comments:

  1. Mucho me sorprende que “el alma de Perú” sea el Inca Garcilaso de la Vega, ya que por el lado de su padre, el Inca pertenecía al mundo de los conquistadores. Su padre tenía “vasallos indios” que le debían tributo (10). Aunque su madre era indígena, tenían una “numerosa servidumbre indígena” que le cuidaban en su niñez (10). Parece que el alma de Perú sería sus tribus, la gente que construyó la increíble ciudad de Machu Picchu, la gente que unificaron los pueblos de Perú, antes que llegaron los conquistadores a esclavizarlos para trabajar en las minas y pagar tributo. Estoy de acuerdo con Orestes en que este artículo es bastante eurocéntrico. Si es que “el mestizo” es la raza que se celebra en Perú hoy como la raza nacional, y por lo tanto el Inca Garcilaso de la Vega es su alma, hace más sentido, pero este articulo no enfoque en su mestizaje, sino en la gloria de sus raíces españoles. Claro, el Inca fue un gran escritor, pero como se trasladó a España y lucho allí para la corona, demuestra que su corazón pertenecía más a España que a Perú, y me sorprende que sea considerado “el alma de Perú”.
    -Liz Povolny

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  2. ¡Gracias Orestes!
    Me encanto esta parte de una frase tuya “recuento de las pelusas y contra pelusas de su prosapia europea.” Orestes, sí que me reí mucho al leer esta frase ya que en el contexto de tu análisis es realmente acertada. Me hace recordar la realidad social de mi país, de mi ciudad y que estoy segura que en muchos países latinoamericanos pasaba o sigue pasando lo mismo. Muchas de las personas que están en “un nivel social alto” se quedaron en la época de conquista, donde el linaje y clase europea era su carta de presentación. Lo ridículo que para mí siempre fue el oír la letanía de apellidos y parentescos o la forma que significaba presentarse ante los abuelos de tus amigos. El tema de la prosapia como presentación personal es algo tan arraigado en nuestra cultura, que han pasado más de doscientos años de la independencia española que aun hoy en día se puede valorizar mas a la persona por su apellido y descendencia como es el caso del “noble europeo” que del “noble indio” y más aun el verdadero valor que una persona debe tener por el de sus propios actos.

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  3. Esta historia de Garsilaso es un ejemplo perfecto del dilhema en que se encontraban todos los mestizos de America Latina después de la conquista. La cuestión era ¿Cuáles son mis raices verdaderas y a cuál país pertenezco más - España o lo del Nuevo Mundo? Creo que todos los mestizos se enfrentaban con la misma confusión de identidad y por eso fue tan necesario descubrir y entender para sí mismos la importancia de su sangre. Garcilaso me parece la voz de los callados mientras intenta explicar no sólo a sí mismo pero también al mundo que es posible ser un mestizo noble y de valor. Y para mi es muy convincente porque ahora su escritura es una de la más importante y famosa de su país natal. Si él estuviera vivo hoy en día se daría cuenta de lo importante que era.

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  4. Es interesante leer la defensa de Garcilaso escrito por Riva-Agüero porque algo que me acuerdo de la pequeña parte de Los Comentarios Reales que leí es que Garcilaso él mismo usa muchas palabras para defender su autoridad como un historiador. También se empeña mucho en no ofender los historiadores españoles y dice muchas veces que no quiere contradecir lo que han escrito, sino añadir al canon porque ha tenido experiencias muy distintas de las de ellos. Estoy de acuerdo que Riva-Agüero es eurocéntrico, pero recuerdo que la obra de Garcilaso es bastante eurocéntrica también. Escribe en Comentarios sobre como los incaicas ayudaron los europeos por empezar la misión civilizadora que los europeos terminaron por traer el catolicismo (o algo así, si yo recuerdo bien.) Yo sé casi nada de este sujeto, pero me parece un poco chistoso que los hombres intelectuales cuestan tanto trabajo intentando probar (o refutar) la importancia de un hombre y su obra porque—como con los académicos que tratan de descubrir la verdad sobre la autoría de las obras de Shakespeare—no está claro que eso tenga importancia afuera de sus propios círculos.
    Kathryn Rickson

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  5. Esta historia de Riva-Agüero sobre la vida de Garcilaso es importante porque demuestra el impacto que tuvo el mestizaje en el Nuevo Mundo durante el periodo de la conquista. El mestizo Garcilaso de Vega fue hijo de un conquistador y de una princesa incaica. El impacto que tuvo de poseer dos identidades lo ayudo a “mejorar la condición propia y la de sus hermanos mestizos” cuando decidió ir a España. El logro sobresalir y gano títulos en las guerras y en la educación como clérigo. En su obra Comentarios Reales se conoció como “el reflejo literatura de toda una civilización extinguida. “Garcilaso es comparado con Herodoto que muestran “el choque de dos civilizaciones y dos continentes.”-Alice Perez

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  6. Al leer este entiendo mejor la situación en que el Inca Garcilaso se encontró. Era un mestizo que fue dejado al margen cuando su padre se casó con otra mujer española. Cuando su padre se murió, su tierra fue heradada por sus hijas españolas en vez de por él, el hombre. Durante esa época habría sido un gran insulto para un hombre estar segundo a las mujeres. Consiguientemente el Inca decidió irse para España y luchar básicamente por los derechos de los mestizos. Me noté todos los nombres incluidos que forman parte de su linaje en la manera de un documento legal. (Me hizo pensar también en Popol Vuh.) El Inca reconoció que para ir al rey de España y expresarse, tuvo que enfatizar sus raices españoles. Eso no quiere decir que él no reconoció la importancia de su familia incaica, pero más que jugó el juego y usó la retórica para intentar realizar su meta.

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  7. Muchas gracias Orestes. Me encantó lo que ha subrayado Liz sobre los comentarios de Orestes acerca del enfoque europeo del artículo. Como se ha notado, el Inca Garcilaso pertenece a la clase alta de su época. Es decir, el pertenece a un pequeño grupo de gente, donde la mayoría de la población son la gente común, como se encuentra en cualquier época. Con este estatus social se encuentra un ejemplo de la vida del joven Garcilaso “en la flor de su mocedad, participaba como el que más de los señoriles deportes de sus deudos y amigos castellanos. Siempre fue entendidísimo en equitación y caza, y gustó mucho de armas, divisas, motes y arreos caballerescos” (27). Para mi, es difícil pensar en el Inca Garcilaso en un solo plano. Estoy de acuerdo, el artículo lo presenta desde una perspectiva europea y yo creo que lo es. Pero también es indígena, y el se autoclasifica como tal. Al mismo tiempo, es noble en el mundo indígena e intenta ser reconocido en un plano horizontal con los europeos como noble. Sobre todo, esté artículo me hace pensar en que delicado es la situación del Inca Garcilaso y que difícil tuvo que ser manejarse entre dos mundos.

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  8. !Gracias Orestes por tu análisis excelente!
    Como notó Orestes, el texto tiene “sabor a gran novela” que para mi tiene una cualidad más cautivadora leer.
    Es interesante lo que escribió Orestes (y otros han comentado) sobre el linaje de Garcilaso y el eurocentrismo que se nota en la elevación al lado del padre y a la vez en comparación de la madre. Al leerlo no me fijé en este pero creo que tiene razón. Asimismo, tiene sentido que lo hiciera, como este texto fue para un lector español y no para los indígenas. El linaje real al lado de la madre tenía valor para los europeos pero no como la ascdendencia española. Para entrar en el discurso occidental tenía que destacar lo similar y lo importante para su audiencia.

    También, Orestes destacó la crónica de Diego Fernández el Palentino y me llamó la atención, como ésta tiene el poder de representar una queja en que Garcilaso de la Vega tiene que defenderse. Esta escena representa la importancia de la palabra escrita, como la verdad indiscutible que contiene un poder tremendo. No obstante, tengo una pregunta: ¿esta historia es un debate entre la manera de comunicar, la palabra escrita (Fernández) versus la representada en persona (de Garcilaso) o es racial (“sangre pura” versus mestizo)?

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  9. ¡Qué estilazo de escritor, Orestes! Excelente análisis :)

    Pues sí, como a la mayoría de comentarios, me resulta un poco triste el énfasis que se le da al carácter europeo de Garcilaso, como si fuera punto de orgullo patriota en Perú -y en cualquier otro país Latinoamericano. La idea conservadora que presenta R.A. de que el carácter nacional empieza con El Inca Garcilaso desde el punto de partida de la conquista me duele un poco, así como la suposición misma de que lo prehispánico necesitaba ser cambiado, y la influencia intelectual europea aportó a la mejora de la patria.

    No sé. Aunque haya disfrutado muchísimo leyendo este texto me sigue recordando a la pedantería que algunos académicos tienen al escribir sus tesis deshaciendo la idea de cualquier otra posibilidad, sobre todo sabiendo de qué clase social viene este hombre y las consecuencias que tuvo su interacción con González de la Rosa. Todo un caso, este de las disputas históricas. Muy interesante.

    También me encantó tu oración final, Orestes. Muy bonito análisis.

    Eva

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  10. Gracias Orestes, bien hecho! Es interesante como este articulo parece eurocéntrico. Creo que Tracy ha tocado un punto muy importante en términos del poder que tenían las raíces Españolas y la manera en que Garcilaso tenía que presentarse en un plano igual para realizar su meta. En este caso puede ser que lo que empezaba como una confusión de indentidad, terminó ventajosa por tener la habilidad de cambiar su papel de acuerdo con la necesidad de enfatizar uno o otro lado de su mestizaje.

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  11. Muchísimas gracias Orestes. En la primera página del articulo el autor menciona que Garcilaso murió "casi al propio tiempo que Shakespeare y Cervantes" (4). El hecho que el autor mencione este detalle es muy interesante porque parece que el autor quiere comparar a Garcilaso con autores que eran diferentes que él por ejemplo Garcilaso era un historiador y Shakespeare y Cervantes no. Las obras de Shakespeare y Cervantes son muy conocidas pero no las de Garcilaso. En cuanto a los temas de sus obras, Garcilaso se centra en su familia, en la raza y en su propia historia mientras que los otros dos autores se enfocan más en la literatura que en los asuntos personales.
    Hubiera preferido que el autor no mencionara el hecho de que los tres escritores hubieran fallecido casi al mismo tiempo porque no es relevante para el artículo a menos que el autor piense hacer una comparación verdadera sobre los tres autores.
    -Jessica

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  12. Gracias para tu buen análisis, Orestes. Garcilaso tuvo una perspectiva unica porque era el primero autor en latinoamerica que era mestizo, y por eso él tuvo una perspectiva única y una obligación para exponer la intrahistoria de lo que ocurrió en Peru en esta época. También, Garcilaso tuve que hacerlo en una manera que podría evitar la censura y persecución por la corona. Por eso, me parece que Garcilaso era un poco eurocéntrico y Riva-Agüero también.
    -Nathan Bevens

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  13. Gracias por tu analisis Orestes,
    Uno de los grandes legados del Inca Garcilaso, quién a mi parecer fue el mas fidedigno historiador peruano de la conquista del Perú, las guerras civiles entre los conquistadores, el establecimiento del virreinato ya que supo plasmar en una sola sus herencias culturales tanto la indígena como la española. Garcilaso tuvo el privilegio de haber descendido y pasado su niñez y adolescencia rodeado de personaje de gran alcurnia y gran pasado histórico como el gran poeta español Jorge Manrique, Túpac Yupanqui, Huayna Cápac, quién expandió el imperio incaico hasta lo que hoy es Argentina y Chile, presenciar las guerras civiles entre los conquistadores: ver el cuerpo inerte del diabólico Francisco de Carbajal pudriéndose en los alrededores del Cuzco. En su condición de mestizo el utilizo toda esta información de primera mano para escribir de manera imparcial sobre la cultura y costumbres de los Incas. Me impacto mucho la manera digna en que el Inca Garcilaso supo sobrellevar las humillaciones que el y su madre la princesa Inca Isabel Chimpu Ocllo pasaron cuando su padre se volvió a casar. La parte de la lectura que me dejo estupefacta (como peruana) fue cuando Garcilaso toca la mano rígida de la momia de su antepasado el Inca Huayna Cápac como la procesion de las momias de los Incas eso es un gran hecho histórico.Pilar Rooney

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