
La sección “El arpa”, primera parte de El arpa y la sombra de Alejo Carpentier, es un texto clasicamente suyo en que hay mucho que analizar y se hace obvio su obsesión con la historia y la música. El texto fue escrito en 1979, trece años antes de la celebración del quinto centenario, durante la posmodernidad y cabe dentro del género de la Nueva Novela Histórica. Además la trama del texto ocurre durante el siglo XIX, así que los pensamientos del protagonista reflejan las ideas del periódo de la modernidad.
La música se hace obvia desde el título del libro con mencionar un arpa. Los dos paratextos tratan el tema del arpa también. A través de la novella, el narrador describe la música como una “cosa de otro mundo” (15), describe las voces de las Marías con las letras de una canción que cantan (17), habla del añejo pianoforte y las sonatinas que tocaron en él (22), describe las personas de Santiago por ser “muy aficionadas a la buena música” y cita la música que escucharon (40), solo para destacar algunos. Durante su viaje a Santiago de Chile, cuando empieza a subir las montañas dice “[y] empezó luego el lento y trabajoso ascenso” (37). Al leer esa oración, “el lento” se me destacó y me hizo pensar en música, lo que representa una sección nueva, usualmente el medio, de un concierto.
A través de la novela aparecen personajes, eventos y lugares históricos, los cual todos son verdaderos según la historia. Carpentier no menciona una fecha hasta página 30, “el 5 de octubre de 1823” como el día que sale en el barco para el Nuevo Mundo. A partir de eso, el lector tiene la responsibilidad de saber en qué época ocurre el trama a través de los personajes famosos (Mastai, Miguel Ángel, Urbano VI, etc.), los eventos mencionados (el primer Papa para visitar el Nuevo Mundo, la revolución francesa, etc.) y su forma de pensar (rasgos de modernismo). Eso deja mucho trabajo para el lector o asume que el lector es bien enseñado en historia. Todas las referencias históricas resultan iluminar el profundo saber histórico de Carpentier.
Es interesante la manera en que esta novela puede incorporar elementos de ambos modernismo y la Nueva Novela Histórica así que fue escrito durante una época y trata un tema de otra. Carpentier escribió la novela durante la posmodernidad y El arpa y la sombra es conocido como una Nueva Novela Histórica así que contiene muchos elementos de la NNH descritos por Seymour Menton. Para empezar, no presenta la historia exactamente como era, sino añadió más complejidad a los históricos personajes principales, Mastai y Cristobol Colón, y creó una trama novelada. Por ejemplo, la descripción inmediata de El Papa Mastai en la página 14 es muy cómica. Hay porteadores para cargar al Papa, como tuvo Montezuma cuando Hernán Cortés llegó a México, y pide una horchata, un refresco del Nuevo Mundo. En realidad fue el primer Papa para visitar al Nuevo Mundo y esta descripción es una evidencia cómica de la historia verdadera. En segundo lugar, El arpa rompe la temporalidad en que hay saltos a cuatro tiempos distintos: el Papa en la procesión, la niñez de Mastai, su viaje al Nuevo Mundo y alrededor de la Tierra de Fuego y el Papa en Europa de nuevo. En tercer lugar existe la heteroglossia en que el texto contiene español, francés y latín. Dentro del texto, ayuda para destacar el intelecto de Mastai, pero además resulta subrayar el de Carpentier por poder mover entre tantos idiomas con fluidez. A continuación hay la intertextualidad abismal donde refiere a eventos históricos, otros textos y autores. Por último, usa la metaficción para comentar de temas contemporáneas. “Había llegado por aqui la <
Con respeto al tratamiento de modernismo, se incluye a través de los pensamientos de Mastai. Él comenta que “del Vaticano [es] más débil que nunca en lo político” (29). Es una refleción de la existencia de las repúblicas, o mejor dicho, la separación de los reyes y la iglesia del poder. Menciona la ciencia y el estudio como una manera de lograr cosas (36) lo que es un ejemplo de los pensamientos de la Ilustración. Además Mastai es optimista y habla de las cosas utópicas. Por ejemplo ve a Colón como “lo ideal, lo perfecto, para compactar la fe cristiana en el viejo y nuevo mundo” (49) y piensa que es el “Porteador de Cristo, conocido por todos, admirado por los pueblos, universal en sus obras, universal en su presigio” (50). El trama de la novela es un viaje tanto físico como mental para Mastai, y este último ejemplo subraya tanto el periódo de la Ilustración como la ilustración propia de Mastia, lo que es su viaje mental.
Hay muchos símbolos a través del texto, pero solo quiero ilustrar uno, el de “más allá”. Fue una frase común y en un momento dice hay “mayor diferencia entre lo de aquí y lo de allá” (47). Se puede argüir que es representativa del Otro que siempre ha existido en el concepto del Nuevo Mundo: lo extraño, lo diferente, los caníbales, los diabólicos.
Como que es Carpentier, el análisis nunca cansa. Siempre hay más que decir.